Una conversación con José Frank (1)
por Fernando Morán
Fernando: Estamos en una conversación con José
Frank autor e intérprete de música infantil, pero para quienes lo conocemos de
muchos años atrás, si no estamos mal informados, creemos que él era un rocanrolero,
que venía de la época del rock and roll de finales de los sesentas y principios
de los setentas. Después el nos los dirá: ¿Fué accidente? o ¿cuales fueron las
circunstancias por las que aterriza en la música folklórica latinoamericana, la
música sudamericana, la música andina? En ese proceso pensamos que como lo que
le paso a muchos músicos mexicanos viene una especie de autocrítica, es decir,
tengo que hacer lo de mi país ya que soy un experto en tocar un huayno, una
milonga, un joropo, etc., pero no se tocar un son huasteco soy el maestro del
charango pero no me sé el requinto jarocho. Llega finalmente la etapa de ese
proceso dentro de la música latinoamericana acercándose a la música
afroamericana del caribe y tiempo después nos da la sorpresa: música infantil.
Pepe: Yo me críe con música popular mexicana.
De niño yo no escuche más que a Toña La Negra, Pedro Vargas, Jorge Negrete,
Pedro Infante, Miguel Aceves Mejía, Agustín Lara, etc. porque mi mamá que venía
refugiada de la Segunda Guerra Mundial casi no estaba en casa, tenia un taller
de guantes con lo que vivíamos, mi papá andaba en el sureste de México en la
aventura tratando de crecer económicamente y yo me críe con una señora que me
cuidaba y esa señora tenia el radio prendido día y noche oyendo música popular
de esa época. Cuando yo cumplo 12 o 13 años descubro el rock y entonces con
otros cuates de la secundaria, como sucede todavía, pues armo mi grupito y
conseguimos un bajo y una guitarra eléctrica, tocábamos piano de los pianos de
a deveras y la batería y con eso empezamos a tocar el rock de esa época, no se,
las cosas de Los Teen Tops, de Los Rebeldes del Rock, de Los Crasy Boys y de
Los Locos del Ritmo entonces de ahí me viene esa parte rocanrolera que no tan
roquera sino rocanrolera y llego hasta los Beatles y digamos que de ahí
pa’lante me deja de prender esa música y descubro por ahí primero la bosanova
que surge en esos finales de los sesentas principios de los setentas, me vuelve
loco eso, encuentro que la guitarra tiene otras posibilidades que primero,
cuarto, quinto grado y de regreso y que hay acordes bien locochones en fin lo
que implica la bosanova y todos sus manejos y luego por ahí un día empiezo a
oír un disco de Atahualpa Yupanqui, luego empiezo oír a Violeta Parra, luego a
Víctor Jara, luego descubro a Daniel Viglietti, luego descubro y descubro a un
montón de autores que están empezando en sus países a utilizar los elementos de
la música llamada folklórica o étnica de esa época y empiezan a componer en un
tono pues de alguna manera contestario a la realidad que están viviendo, me
gusta eso porque yo ya ando metido en agrupaciones de la vieja izquierda de
aquel entonces, encuentro una consonancia con las ideas que estoy empezando
adquirir y que había adquirido de mi padre que en la guerra española fue un
anarquista desatado, entonces empiezo buscarle y a conciliar mi vida política
con mi crecimiento artístico. Entro a la universidad estudio economía y al
mismo tiempo sigo tocando con un grupo y con otro y si me pasa lo que tu dices
mi primer grupo que se llamo Citlalli que era un grupo de música folklórica que
tocaba huaynos, que tocaba joropos (Verónica mi esposa de esa época es
venezolana) teníamos además una influencia directa de la música de Venezuela
pero tocábamos música de todo el continente y curiosamente no tocábamos sones
huastecos porque no teníamos violín y no lo sabíamos hacer pero tocábamos un
son jarocho que se llamaba “El Son de la Vieja” y tocábamos corridos de la
revolución mexicana buscando tener también, no se, material nuestro del país.
Creo que fuimos de los primeros grupos que nos dimos cuenta de eso, tratábamos
de componer y tenemos por ahí dos o tres aportaciones. Ese grupo se deshace,
mucha gente dejo la música, otros de aquel entonces siguieron, ahí esta Olga
Alanis la primera voz de Los Folkloristas que se formó con nuestro grupo, ella
fue mi compañera de canto muchos años y otras gentes que pasaron por ahí, pero
junto con esto yo me quedo con la cosquillita, conozco a varias gentes que
venían de un grupo bien importante de los primeros grupos que realmente
hicieron música folklórica y nuevo canto mexicano que se llamaba Cade-Xagueti,
que también se había disuelto, entonces con Manuel García que era uno de los
sobrevivientes de ese entonces formamos lo que fue el Papalote.
El Papalote fue un grupo a mi gusto bien
interesante como proyecto, como historia, que como tu bien dijiste hace rato,
descubre la música afroantillana sobre todo porque hicimos dos giras haciendo
un concierto de solo música mexicana por toda la isla de Puerto Rico, en el 79
y en el 80 que estuvimos por ahí y entonces nos hermanamos con un grupo de allá
con el que fuimos compartiendo muchos conciertos, los hacíamos mitad y mitad y
terminábamos tocando juntos. Un grupo que se llamaba Haciendo Punto en Otro
Son, que era un grupo extraordinario para esa época, que tenia una propuesta
bien linda, entonces aprendimos a tocar bombas, plenas, seises y mas géneros de
por allá y a través de esto le empezamos a entrar a los soneros cubanos, que no
es lo mismo pero es igual diría Silvio y junto con eso ya la trova cubana que
era una influencia muy grande, desplaza a los mejores compositores o a los mas
populares compositores de la música latinoamericana de entonces, como podrían
ser Viglietti, Zitarroza y otras gentes y entonces todo mundo se va hacia la
cuestión de la trova, que yo creo que es un parteaguas porque la trova por un
lado mete una nueva poética en la canción latinoamericana, nos aporta
muchísimo, no es tan panfletaria a lo mejor, pero al mismo tiempo crea como un
estilo del cual ya es muy difícil salirse. Entonces yo actualmente veo jóvenes
con los que les platico todo esto y me dicen ah entonces tu hacías trova, no yo
hacia nueva canción, es otras cosa, entonces son digamos eslabones de una
cadena, pero no es lo mismo, si tu escuchas las letras de canciones de esa
época como “Soy de Animaná”, que tanto nos gusta a ti y a mi, no tiene la
poética que tiene “Como esperando abril”, son poéticas diferentes, las dos son
en algún sentido propositivas, son distintas, son no comerciales, pero no dejan
de ser muy distintas.
A mi se me agota ese proceso, cuando se termina
el Papalote yo me quedo como nadando en un vacío y como llevaba ya años y años
enseñándole música a niños para sobrevivir ya había creado canciones para ellos
y con ellos, pues empezó mi giro hacia esa sorpresa de la que hablas, de pronto
aparezco como autor de música para niños de eso ya hace años, ya estoy en el
año 28 de hacerlo porque los procesos son paralelos, yo cumplo 28 años porque
en el año del 81 hago una aparición en una fiesta infantil de una maestra de
una escuela donde yo trabajaba, que cumplía años su sobrino y me lleva a
cantarles a los niños y yo considero que ese fue mi debut como compositor y
cantautor de música infantil (claro yo lo que quería quedar bien con la chica
pero quede bien también con los niños) y me enseñó que puedo trabajar con ellos
no solo en aula no solo en la pedagogía sino también haciéndoles canciones y
proponiéndoles cosas y ahí da el giro a mi trabajo. Pero te quiero confesar que
no he dejado de hacer nueva canción, o trova si le quieren decir y tengo ya
material como para hacer un disco fíjate a estas alturas del partido que a lo
mejor le voy a poner “Para los no tan niños” o algo por el estilo porque son
canciones con temática social, con temática amorosa, con temática de la
naturaleza que creo que es un tema muy actual, etcétera, etcétera y que no es
para niños.
Fernando: Aquí hay un dato que se omite, nos
habla Pepe que daba clase a niños, pero la manera en que nosotros lo
encontramos personalmente, que lo conocimos, fue a través de un taller de
música infantil latinoamericana de un programa para la televisión, junto con
Rene Villanueva del grupo Los Folkloristas eran los dos maestros y muchas veces
por las circunstancias de viaje de Rene, de las giras, Pepe se quedaba con
todos los niños, ese ya era un trabajo con los niños
Pepe: Si claro, los dos conducíamos el taller y
el programa. ¿De que años estamos hablando?
Fernando: Del 76, quizás del 77
Pepe: Entonces si le cuento así son mas de 28
años. Pero claro, ahí estaba todavía el maestro no el cantautor, vaya,
palabrita que entre paréntesis no me gusta nada, pero no hay otra manera de
decir. Ese taller de Pampa Pipilzin que así se llamaba, es un parteaguas
también en mi vida porque es la primera vez que hice televisión y casi te
podría decir que es la ultima, mis apariciones en televisión después casi han
sido esporádicas por lo difícil y tan cerrados que han sido los medios. Esa
experiencia me enseño muchísimo, me dio poco a poco una seguridad que no he
perdido ante el publico, ante las cámaras ante el foro, que al principio cuando
Rene se iba de viaje y que el hablaba hasta por los codos y tenia muchísima
dinámica ahí ante las cámaras, cuando me tocaba a mi, me temblaban las patitas,
yo decía hijole no esta Rene voy tener que explicar todo yo, claro me ayudaban
mucho ustedes los niños de esa época, pero poco a poquito fui aprendiendo, fui
soltándome. Me acuerdo mucho del maestro Reyes que era el floor manager del
programa que me enseño muchísimo, me dio concejos muy valiosos, ojala que el
ande por ahí todavía, porque era un hombre muy generoso, muy difícil de
encontrar en los medios electrónicos donde generalmente la gente te trata con
cierta distancia y cierto despotismo, incluso cuando eres nuevo, cuando eres
novato no te ayudan.
Fernando: Siempre entre el circulo de músicos,
dijéramos el gremio, se pensaba por llamarle de alguna forma que el grupo
Papalote era como la segunda división o las fuerzas inferiores de Los
Folkloristas porque cuando entraba un integrante nuevo a los Folkloristas venía
de Papalote y todos se preguntaban ¿bueno y porque Pepe nunca llega a Los
Folkloristas? Si inclusive el con la relación que tenia con Rene Villanueva en
el trabajo de la televisión existía mas esa posibilidad. ¿Quizás no le llegaron
al precio? ¿Quizás tenia ya otros compromisos?, no lo sabemos.
Pepe: (Risas) Mira tu pregunta te la contesto
con toda la claridad del caso porque es muy interesante la respuesta. Fíjate
que yo nunca tuve el deseo de ingresar a Los Folkloristas porque había algo en
el grupo que no me gustaba. Me gustaba ir a escucharlos, son hasta la fecha mis
amigos pero sentía muy acartonada su presentación, esos tres pasitos para
adelante que daban y luego una, dos y tres y hacían la caravana después al
mismo tiempo y luego los tres pasitos para atrás y todo aquello y el uniforme,
etc. Al joven que yo era en esa época no me iba, yo era demasiado transgresor
para calarme o meterme ahí. Y así como te digo eso, también te confieso que si
me hubieran invitado hubiera dicho que si por vivir la experiencia y por
ingresar a la primera división como tu bien lo dijiste. La calidad o el nivel
musical requerido para hacerlo creo que si lo tenia, pero ahora viene la
contraparte y esto lo se ahora por mi enorme amistad con muchos de ellos (no
voy a decir nombres para no herir susceptibilidades), pero en un momento dado
justo cuando mi queridísimo Gerardo Tamez que fue quien me enseño a mi lo que
sabia de música folklórica latinoamericana de esa época se sale del grupo para
continuar su carrera como compositor de guitarra clásica y de otras cuestiones
alguien (te digo que no quiero decir nombres) propuso que entrara yo en su
lugar, siendo discípulo de Gerardo y además estando a cargo de las fuerzas
inferiores del club, es decir ya me tocaba. Y alguien (que tampoco puedo decir
nombres) dijo que no había problemas en cuanto a que yo podía cubrir el hueco
que dejaba Gerardo decorosamente, pero que yo tenía un defecto: que soy rubio y
que el grupo tenia una imagen mestiza, que tenia yo que tener el pelo mas
oscuro, la piel un poco mas morena y que entonces iba a desentonar. Lo cual si
me hubiera enterado en aquel entonces me hubiera ofendido mucho porque es una forma
muy velada de racismo al revés, o sea justamente lo que estamos propugnando
toda la gente que venimos de aquellos tiempos y de aquella historia es todo lo
contrario: la igualdad entre los seres humanos en todos los sentidos, no
importa el color de la piel, ni la religión, ni las preferencias sexuales,
etc., todo lo que ahora resulta obvio en aquel entonces no resultaba obvio y
tan no resultaba obvio que un grupo que era abanderado de las ideas mas
progresistas de esa época ejercía semejante censura al color de la piel de una
persona. Pero bueno eso es historia, es tiempo. Lo hemos platicado con ellos
anecdóticamente, nos hemos reído del asunto y en eso queda, pero ahora lo puedo
platicar de esa manera porque además mucha gente en aquel momento no me lo quiso
decir. Ni me quiso decir te propusieron, ni me quiso decir te rechazaron, ni
mucho menos me quiso decir el porque.
Fernando: Hablando ya sobre la música infantil,
teníamos la idea que Pepe era maestro de primaria, o educador, o que en cierta
forma en su trabajo con los niños manejaba la pedagogía. ¿Has estudiado algo de
pedagogía, psicología o sociología?
Pepe: Si, por supuesto he estudiado mucha de
esas disciplinas, pero no en la época en que tú me conociste, en aquella época
era yo un improvisado, improvisando todo el tiempo. La relación con los niños y
la relación pedagógica con los niños se me da, eso es un don, es algo que uno
trae puesto ahí, como cuando corres rápido, como cuando eres bueno para nadar,
pero claro todas esas habilidades después hay que desarrollarlas. Cuando dejo
ya la economía para siempre en un papelito que por ahí esta en un cajón de mi
escritorio, para ser músico por el resto de mi vida y veo que tengo que
combinar la actuación en foros, en conciertos etc. con la pedagogía para poder
sobrevivir, dadas las condiciones de trabajo que hay en México para gente como
yo, me meto a la Nacional de Música con la idea de por un lado mejorar como
músico, porque el músico que tu conociste casi no leía música, casi ni mucho
menos la escribía, estábamos como vacunados contra eso, ese era un error
grandísimo éramos muy malos lectores, muy llenos de lagunas y de huecos
teóricos, etc. no entendíamos bien que demonios era la música clásica o la
música romántica o la música moderna o la música contemporánea o todos esos
apellidos que le ponen a la música. Entonces yo dije bueno me voy a meter a
llenar lagunas, no me interesa o si me interesa terminar la carrera pero las
tengo que llenar y llego a la Nacional de Música ya a los veintitantos años y
me encuentro con que se estaba abriendo una nueva carrera que se llamaba
Pedagogía Musical y me meto en esa licenciatura con la guitarra como
instrumento a estudiar otras cosas y me echo ahí prácticamente dos años, dos
años que me enseñaron mucho a pesar de que la Escuela Nacional de Música en
aquel tiempo era un soberano relajo, cuando yo entre estaba en Mascarones (en
Tacuba) después la cambiaron a Xicotencal (en Coyoacan) donde hasta la fecha
está y también cambio de dirección tres veces en esos dos años y entonces la
carrera que la acaba de inaugurar una maestra que era la directora, no recuerdo
su nombre, después el siguiente que llegó la quitó, creo que ahora ya no está,
no te se decir, pero en ese tiempo también tuve la enorme fortuna y es por lo que
te digo que aprendí mucho de que trajeron a un pedagogo musical holandés que a
mi me enseño mucho que era el maestro Pierre Van Haube que tenia una pedagogía
muy basada en Karl Orf muy basada en los pedagogos musicales europeos pero
también con una apertura muy grande, después de eso me estudie todo el método
del maestro Cesar Tord que es mexicano y como autoridad también metido pues a
tratar de entender que es lo quería Codali, que es lo que querían los grandes
educadores musicales europeos que tienen un concepto distinto al nuestro, para
ellos si, todo es que el niño pueda cantar un intervalo de segunda, un
intervalo de tercera, que pueda hacer los acentos en su momento etc. Para
nosotros y eso es por lo que hay que adaptar todas estas metodologías, lo fundamental
lo principal es disfrutar del acto musical y eso nos hace ser muy diferentes
pero una cosa no esta peleada con la otra y si tu siembras en un niño el amor
por esto, el disfrute de esto, después a lo mejor va a tener que estudiar y va
a tener que ponerle rigor a lo que esta haciendo y estar enfrente de una
partitura cuatro horas hasta poderla descifrar y después poderla medio tocar y
después estar horas y horas tocando aquello hasta que le salga bien, hasta que
pueda decir lo que quiere decir pero eso son procesos que se van haciendo con
los años lo importante con los niños es que gocen de la música y en ese goce de
la música tu papel como maestro es hacerles trampa y mientras la están gozando
les estas enseñando a afinar a rimar a poder hacer fuertes, hacer pianos, hacer
música pero sin estarles poniendo en el pentagrama todo el tiempo. Por ejemplo
yo trabajo ahora en las escuelas, donde doy clases desde el preescolar hasta
toda la primaria y con los pequeñitos por supuesto que jamás agarro un pizarrón,
un pentagrama, una clave de sol, ni nada de eso, hasta el segundo año un día
llego y les escribo esos garabatos y me dicen que es eso? y les empiezo a
explicar y cuando desciframos ese tan sencillísimo ejercicio que les pongo me
dicen oye eso es lo que cantábamos cuando estábamos en preescolar contigo,
claro así cuando tenias un año dijiste mamá y a los seis años aprendiste como
se escribe y como se lee mamá y entonces con ese mecanismo cuando están en
cuarto en quinto y en sexto ya les escribo sus partituritas y las leen con su
instrumento y todo entonces me resulta bien esa metodología que es producto de
muchos años de estar regando el tepache de prueba y error pero de disfrutar
mucho el trabajo con los niños como pedagogo.
Fernando: Creemos que has viajado ya con la
música infantil, fuera de México con diferente idioma. Sabemos que la música de
niños es como a los adultos el idioma, ¿pero las letras como has sentido esa
repuesta?
Pepe: Mira es una sensación muy rara.
Fernando: Hace unos años uno de los de este
gremio de los 70s escribe un libro que lo titula “El Canto de la Tribu” estamos
hablando de Jorge Velasco y al leerlo rápidamente se me vienen 5 o 6
interrogantes hacia el autor, entre ellas es lo que estamos hablando ahorita,
no menciona nada acerca de la música infantil, no es una critica, pero es una
nota que le hacemos, lo hemos aclarado con el. ¿Que crees que sienten los
músicos o el gremio, la parte infantil?
Pepe: Los niñeros estamos acostumbrados a ese
ninguneo, porque es cultural, yo estimo mucho a Jorge y no creo que en ningún
momento haya tenido la intención de despreciar esta área de trabajo de la tribu
de la cual somos parte todos, yo creo que mas bien se le olvido, porque es
parte del bagaje cultural, como se le olvida a CONACULTA y se le olvida a las
Secretarias de Cultura, o sea somos los últimos del presupuesto siempre y eso
es una cosa muy penosa, por eso en México no se forma público para todas las
expresiones musicales y otras teatrales y pictóricas y demás porque no se cuida
a la infancia no se siembra ahí. Entonces tu creces mal que bien como pudiste y
bueno si por tu sensibilidad o por un accidente un día te encontraste un disco
o escuchaste un concierto o te paso algo que tenga que ver con eso, si la
música existe y a mi lo que me gusta es no se el cante jondo y lo flamenco y te
aficionas a eso pero no porque desde niño escuchaste todas las posibilidades
que hay, no porque desde niño encontraste la diferencia de timbres entre una
cuerda y un aliento, ni porque desde niño hayas hecho mayores experiencias ni
con la pintura ni con el teatro ni con la literatura ni con ninguna de las
expresiones de lo que se llama arte. Como formativamente siendo un país de
artistas, porque aquí donde levantas una piedra sale un artista, no hay
formación en las escuelas, tu ves los programas de educación básica y si ahí
esta música, contenidos esto y esto, pintura esto y esto, etc. Pero al pobre
maestro de primaria, que para empezar le pagan una cochinada, lo obligan a
enseñar todo eso, tendría que haber un maestro de educación artística en cada
escuela que dominara mas o menos todo esto y que los niños pudieran tener.
Entonces claro si alguien escribe un libro pues habla de muchas cosas pero no
de la música para niños, de la música infantil y si alguien mas desarrolla no
se el programa de cultura de la delegación fulana de tal de la Ciudad de México
agarra y dice vamos a hacer para los jóvenes unos ciclos de rock y vamos a
hacer para los viejitos un danzón en la plaza de no se que todos los domingos y
vamos a hacer la música clásica en el teatro fulano y vamos a hacer y vamos a
hacer y es raro el que pone ahí para los niños vamos a tener. Aparte del 30 de
abril a las 12 del día que todo mundo quiere que yo este ahí y lo mismo le pasa
a todos los que tienen el mismo vicio que yo, que es trabajar para niños el
resto del año, tenemos que andar empujando y correteando la chamba para que nos
la den y entonces a la gente que tiene el mejor nivel en este país si le pagan
20 mil pesos por un concierto es excepcional, cuando no se hay otros
interpretes de trova o de otras cosas que tienen el nivel musical, por supuesto
para ganarlo, pero que ganan 80, 90, 100, 150 mil pesos tranquilamente en una
presentación, nosotros ni soñar con eso y yo no lo digo a modo de queja o de
que mira soy la victima Los Folkloristas me despreciaron por el color de mi
piel, yo no me coloco jamás en el lugar de victima porque yo estoy eligiendo
hacer esto, podría elegir vender seguros o hacer cualquier otra cosa, pero no
puedo dejar de señalar cual es la realidad.
Fernando: ¿De niño que quería ser Pepe Frank?
Pepe: Te vas a morir de risa, pero claro como
todo niño va cambiando, creo que la primera vez que tuve conciencia de que uno
podría ser una cosa u otra cosa de grande lo que mas quise ser muchos años fue
futbolista (risas), después quise ser veterinario y bueno músico siempre fui
pero no estaba en mis planes de que vas a ser cuando seas grande, como que
hacer música cantar, tocar y todo eso era como parte de mi ser no era un proyecto
afuera de mi y finalmente acabe haciendo eso.
Fernando: Bueno, yo creo que es un principio de
una serie de conversaciones que vamos a tener, ya sea por los nuevos medios
electrónicos o en diferentes encuentros, pero te agradecemos bastante todo eso
que nos has dado, como has contribuido a la música y te invitamos también a que
nos ayudes a escribir estas memorias
Pepe: Claro que si, fíjate que es curioso, pero
en estos días precisamente donde me estoy replanteando mucho la forma en la que
trabajo, impulsado por la enorme carencia de chamba que hay afuera ahorita por
la situación de nuestro país y también porque ya tengo 61 años y entonces a
veces ya me canso, entonces una de las cosas que me estoy planteando es
escribir mucho y darme mis clases, y quedo cosas así como empezar darle un giro
a mi trabajo hacia cuestiones donde no tenga que andar de Cuernavaca a México,
de México a Toluca, de Toluca a Morelia, etc. todo el día y todo el condenado
amen, que siempre me a gustado pues soy un pata de perro espantoso y cuando me
paso mas de cinco días en mi casa me pongo de un humor negro, pero finalmente
tengo que ir encontrando esto y una de las cosas que pensé que tengo que
empezar a escribir es esa parte del canto de la tribu que no se ha escrito que
onda con los niñeros de este país. desde tiempos inmemoriales estoy tratando de
averiguar por ejemplo si había algo específicamente dirigido a niños en las
culturas prehispánicas porque desde ahí hay que partir, después claro llegan
los españoles, con los españoles llegan rondas, llegan juegos, llegan cosas así
que hasta la fecha conservamos y que hemos ido desarrollando, a mi me
sorprendió mucho el día que descubrí que nuestro maravilloso Balajú no es otra
cosa que la versión jarocha del Mambrú y que el Mambrú era Mamru un militar
francés que traía asolado a los españoles y que entonces le cantaban para
burlarse de el “Mambrú se fue a la guerra, que dolor que pena …” pero acá el
“Balaju siendo guerrero se embarco para pelear…” y viene siendo por ahí la
cosa. Entonces irme un poco muy pa’ atrás pero después llegar y dar el salto a
la gran inconmensurable figura de Don Francisco Gabilondo Soler (Cri Cri) donde
además yo buscaría mucho el aporte y la charla maravillosa con su hijo
Tiburcio, con quien conservo una amistad que valoro mucho, y después ya
agarrarme con los precursores del movimiento actual, Los Hermanos Rincón en
primerísimo lugar, pero muchas otras gentes también y ya luego digamos la
siguiente generación donde me incluyo yo y finalmente los chavos que están
tocando para niños, que ya hay grupos nuevos con propuestas bien interesantes.
Acabo de escuchar a unos chavos de Toluca que se llaman “Los Botes Cantan”
donde hacen un concierto con puros instrumentos como una latita, o no se, una
llanta de bicicleta y cosas por el estilo, con todo eso hacen ruido y medio el
único instrumento formal que utilizan es la guitarra y sus voces por supuesto y
resulta simpatiquérrimo el contenido del trabajo y todo, les falta rigor
musical, les falta lo que les pueda faltar pero yo creo que como ellos hay
ideas nuevas. Yo pienso que si va a continuar la música para niños en este país
cuando ya no podamos treparnos al foro nosotros, yo espero todavía. Voy a
cumplir 30 años de trabajo formal a partir de esa fecha que te di dentro de
poco en el 2011, el año próximo, voy a hacer un disco que no se va a llamar 5X5
porque esos fueron los veinticinco, este se va a llamar 15+15 esta mas fácil
pero tengo que hacer 30 temas y ya tengo varios empezados y empezar a
seleccionar a quien voy a invitar a cantar y demás, uno se divierte. Entonces
pues si, gracias por la entrevista Fernando hay que ponerse a escribir todo eso
ahorita que todavía el Alzheimer me deja.
Fernando: Pues muchas gracias.
Pepe: No gracias a ti y aquí estamos.
COYOACAN, MEXICO
2010
(1) Publicada en la Revista Nueva Cultura (Segunda Epoca Número 1 Mayo 2010)
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