martes, 9 de junio de 2015

MUSIKEROS EN ACCION

ALBERTO HIJAR SERRANO

El jueves 4, el Instituto Mexicano de la Radio albergó en su improvisado foro el concierto por los 40 años de La Nopalera, conjunto musical de alto nivel técnico, construido por egresados de la Escuela Nacional de Música donde “íbamos a jugar futbol”, dijo Arturo Cipriano para corregir de inmediato: “algo aprendimos” y como prueba viva, el doctor en etnomusicología Jorge Arturo Chamorro tocó y cantó. La dotación de músicos excelentes varió de canción a canción y dos piezas instrumentales: “El Manantial” de Alejandro Corona del primer disco y “Pacífico” de Cipriano y Marco A. Morel. “Tregua” de Chamorro es la pieza 17 en el disco con 19 obras. Cipriano narró su encuentro con Marcial Alejandro y el de ambos con Maru Enríquez a quienes se incorporaron la legión de musikeros e invitados. En el centro del concierto estuvo “Canta Domingo Canta” de Mario A. Ramos y Cipriano en memoria del músico yucateco de apellido Novelo que decidió prenderse fuego en Mérida. Al piano, Alejandro Corona tocó una pieza del músico yucateco.
La voz de registros graves que puede alcanzar agudos de Luz Haydeé Bermejo, cantó la mayoría de las canciones compartidas con Maru Enríquez desde su obligada silla y un coro de compañeros veteranos aún jóvenes. Cipriano homenajeo a Un Viejo Amor, el memorable grupo de Maru, Jaime López y Roberto González por ahí en la fila para entrar para oir su celebre canción “El Huerto”. Hasta doce músicos ocuparon el escenario y hubo piano de cuatro manos luego del despliegue técnico y emotivo de Kenshi Kimura y los solos de batería y cajón, bajo, guitarra y por supuesto, flauta, saxofón breve y la armónica de Cipriano.
Afrozamba para diferenciarse del bossa nova, fue el nombre de la tendencia musical asumida por Cipriano en Brasil con las aportaciones de Chico Buarque, Caetano Veloso, Gilberto Gil y una legión de músicos orientados por la dialéctica cultural. El “Milongo” de Vidal Ramírez resultó de todo esto como principio de actualidad para “los jóvenes de Iguala”, los siempre vivos fallecidos como Marcial (Alejandro), Eugenio (Toussaint), Tehua, Emilio (Ebergenyi), Amparo (Ochoa), Galeano. “Vámonos para Guerrero” hace de la chilena una línea melódica complicada con los aires disonantes del jazz, de la zamba, de los tambores africanos, del piano a todo lo que da. “Canción del maleante” de Chico Buarque celebra a los transgresores con trabajos inciertos que quieren vivir alegres y plenos, tal como afirma “Carajo” de Marcial Alejandro. Una poética así, exige apropiarse de canciones como la de “El Huerto” donde Roberto González pregunta: “y con qué fin toda esta dialéctica en historia” y Víctor Jara cantó a Amanda en busca de Manuel “que partió a la sierra, que nunca hizo daño… muchos no volvieron, tampoco Manuel”.
“Un sol empeñado en darse”, frase de Marcial y Cipriano marca línea de una poética libertaria con pleno dominio técnico. Con una larga pluma en mano a manera de batuta, Cipriano dirigió al final al grupo de musikeros para la transmisión por el IMER y por la televisión de Morelos. Raúl Silva, trabajador de la memoria, recogió entrevistas.
El derecho a la alegría con “Tremendo alboroto” como se llama el disco de 1979, tiene en Azucena una excelente cantante con todo el cuerpo y los tarareos y susurros como respuesta a los de Cipriano para ir más allá de las palabras y cumplirle al jardinero que por los rumbos de Tlalpan, según narró Cipriano, gritó a un guardia: “no tenga cara de enojado, caray”.
Entre el público y formados en fila para entrar, estuvieron Roberto González, Rafael Catana sobreviviente de Los Rupestres, Patricia Kelly, sexóloga y bella locutora, Gloria Valdez, la activista más activa del buen sandinismo hoy extinto y de mil batallas culturales en México. Las cuatro esculturas coloridas y nopaleras de Jazzamoart, motivaron la invitación a que tocara para descubrirnos su destreza de baterista, luego de que con una larga tira colocada en los hombros de Cipriano, la extendió por el escenario como símbolo de unidad estética libertaria aplaudida por el público que no pagó nada para gozar del conciertazo.

6 junio 2015

miércoles, 3 de junio de 2015

NAKOMENTARIOS

por Fernando Morán

Aquí en medio del Maylo y del Lobito

Parte 1
El primer trio
Más o menos por 1976 Francisco Barrios (el Mastuerzo) se incorpora al grupo "Los Nakos" y junto a Elia Crotte e Ismael Colmenares Maguregui (Maylo) constituirán una de las etapas más estables y productivas. La edición de manera independiente del primer disco de larga duración tambien salio por esos años (que contenía trabajos previos) junto a un cancionero. El disco fue reeditado por Nueva Cultura Latinoamericana (NCL) la compañía fundada por José de Molina con el cual harían de manera conjunta otros trabajos, Este trio duraría unos seis años, primero con la salida de Elia se quedarían como un dueto Maylo y Paco. La última vez que los vi juntos fue en lo que sería el "3er Encuentro de la Canción Política" celebrado en Ciudad Juárez, Chihuahua en septiembre de 1983. Pronto vendría la magia del amor y "Los Nakos" se revitalizaron en otro trio con Maylo, Mayra Cebreros Martinez y Gerardo Aboites (el Lobito). En 1986 editarían de manera independiente el disco "Contigo amor y parodia" después reeditado por Discos Pentagrama en la cual publicarían un par de discos más y el casete pirata "Lo más naco de Los Nakos".

Parte 2
Colaboraciones discográficas
Entrados en los 80's el grupo "Los Nakos" comenzó a colaborar discográficamente con José de Molina. "DEL SURREALISMO LA PICARESCA Y EL HUMOR" (Sergio Magaña - José de Molina - Los Nakos) fue el disco JS-20 que se edito en 1981 y en donde el trio (Maylo - Elia - Paco) graban "Sueño irreversible", "El asesino de televisión" y "La modista", siendo las dos últimas canciones de gran éxito en las presentaciones que realizaban. Era la consolidación de "Los Nakos" en su nueva etapa que el disco "La lengua" publicado un par de años antes les había dado esa pauta. Cabe aclarar que este disco se modificó en algunos de los temas en sus reediciones posteriores en casete, en el lado "b" desapareció "el discurso patriótico" interpretado por "el Llanero Solitito" (Enrique Cisneros) y se omitió el "Sueño irreversible" agregándole otros temas. En un disco posterior titulado "Contraconfesiones" JS-21 este trio de "Los Nakos" acompaña a Jose de Molina en la canción que le dio nombre al disco. Posteriormente en el disco "Manifiesto" JS-23 de José de Molina en la canción "La rueda de la historia" hacen el arreglo y acompañamiento Francisco Barrios y Armando Vega Gil. Sin que se nos olvide que Gabriela Huesca había acompañado en algunas canciones de los discos "Historia de un verdadero sexenio" Vol. 1 JS-09y Vol. 2 JS-10 de José de Molina. En 1983 "Los Nakos" conjuntamente con el grupo "Grupo Salario Mínimo", el "Grupo Tequio" y "Santiago Esezarte" participan en el disco "Juchitán Vencerá" de Mario Esteva intérprete musical de la película "Juchitán el lugar de las flores". José de Molina ya había incluido una de las canciones de Mario Esteva en el disco "Salsa Roja" JS-13. En el año 2010 s edito el disco doble "La chava de la Martín Carrera" en homenaje a León Chávez Teixeiro" en donde "Los Nakos" con otra formación y acompañantes interpretan la canción "Amigo ven".

Parte 3
De las Hermanas Granaditas a la Sonora Miseria
En México a finales de los años 70’s estaban en pleno apogeo los eventos de la nueva canción, habían los “grandes” en el Auditorio Nacional, pero también habían una gran variedad en distintos foros además de los realizados en plazas, huelgas, colonias populares y demás. A mí me toco asistir a uno en el Foro Isabelino que entonces mantenía el grupo Tecolote de Luis Cisneros del Centro Libre de Experimentación Teatral y Artística (CLETA). Eran los coletazos de aquel espacio al que tiempo después le cambiaron el nombre como Foro Tecolote y que finalmente fue recuperado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En aquella ocasión la cartelera fue el grupo Canek (compuesto entre otros por Ramón Sánchez y Manuel Rodríguez), el grupo Un viejo amor (compuesto por Jaime López, Roberto González, Jorge “Cox” Gaitán, Emilia Almazán y no recuerdo los demás nombres porque iba la plana mayor) y el grupo Los Nakos (compuesto por Ismael Colmenares, Elia Crotte y Francisco Barrios). Comenzó el evento con el grupo Canek con el “Son del obrero” de la autoría de Gabino Palomares, a quien habían acompañado en algunos temas en su primer disco, posteriormente tocaron “la Violeta” y otras canciones más para rematar con “Cuba” canción que apareció grabada en vivo en el disco “2º Festival de Oposición” (Discos Fotón FLP-023 1978). Eran los últimos tiempos del grupo Canek quien no dejo un disco propio, aunque por ahí cuentan que si lo grabaron en el estudio pero por motivos de tranzas de Juan Alejandro ya no se publicó. Continúo el turno de Los Nakos quienes estaban en plena reedición de su primer larga duración titulado “Los Nakos” y que hora aparecía en el catálogo de discos Nueva Voz Latinoamericana JS-16, aunque ya no contenía los interiores en las fundas que habían aparecido en el disco editado por INTERSON LPJA-004 producción del mismo Juan Alejandro. La presentación de Los Nakos fue una de las mejores en cuanto al repertorio que tenían por esos años y que correspondía a una selección de sus parodias desde sus inicios en el movimiento estudiantil del 68 hasta esos días. Con una década de experiencia en las tablas se desenvolvían con naturaleza y pese a la carencia de una instrumentación en el acompañamiento, pues solo lo hacían con dos guitarras y algunas percusiones menores, complementaban el espectáculo con un trabajo teatral. Por eso “Las Hermanas “Granaditas” tenían una gran simpatía, no sabemos si de ahí “el Mastuerzo” adoptaría el rebozo que años más tarde le acompañará. Manejar el albur en el escenario es de doble filo porque se puede caer en un truco fácil para llamar la atención, puede ser escaso en cuanto a su arte y correr el riesgo de ser interpelado por el público. En estos aires considero que Maylo ha salido avante no sin que se le hayan escapado los riesgos en algunas ocasiones. Después de continuar con la parodia de la “Droga-cola” pasaron temas como “el Hippie”, “el moco” y “Vamos compañeros” hasta terminar su presentación no sin que antes les pidieran la otra que fue “el Porronzuelo” y que interpretaron con su “Sonora Misería” creada por ellos mismos y con una gran coreografía, con una trompetita y un mini saco gris brilloso que se ponía Francisco Barrios.
Después de estas dos participaciones el público estaba eufórico y se hizo un intermedio para acomodar las bocinas e instrumentos eléctricos con los cuales tocaría el grupo “Un viejo amor” quien no pudo grabar un disco como tal, aunque más tarde apareciera las “Roberto y Jaime sesiones con Emilia” editado en 1980 por Discos Fotón LPF-033 y reditado diez años después por Discos Pentagrama LPP-084. Fue un aquelarre aquel evento musical pues estábamos acostumbrados a los festivales en donde a los grupos se les limitaba su participación en cuanto a tiempo o a las intervenciones de oradores y demás. Agregando que aquel espacio aunque no muy grande en cuanto a capacidad de espectadores les daba una gran cercanía con los músicos y no era interferida por ruidos del exterior.
Con estas participaciones el trio de Los Nakos terminaba una primera etapa en cuanto a repertorio, pues pronto aparecería el disco “La Lengua” y otras participaciones en los discos de José de Molina. No sin antes que por ahí también se apareciera teatral y musicalmente el grupo Informe con su “miel dámela toda”.