jueves, 2 de marzo de 2017

CITLALLI






“…en el año 73 la mamá de Martha Moreleón, Angelina, era mi maestra de literatura en la prepa al norte de la Ciudad de México, realizamos en su materia una actividad de cantos y danzas griegas para lo cual invita a dos músicos, su hijo Alfredo y Pepe Frank, además de venir también Martha para reforzar la parte del canto quien a pesar de ser casi una niña ya mostraba muchas cualidades vocales y musicales, además de su sencillez. En ese momento vivíamos los jóvenes un ambiente de conciencia política debido al movimiento estudiantil de 1968 y una cerrazón política en el país y en el exterior los golpes militares en prácticamente todos los países latinoamericanos agudizado por el sangriento golpe militar en Chile. La música latinoamericana irrumpe en este contexto como un medio de expresión para canalizar las inquietudes políticas de todos nosotros, Los Folkloristas, Mercedes Sosa, Atahualpa Yupanqui, Quilapayún, Alfredo Zitarrosa, Inti- Illimani, Violeta Parra, Víctor Jara (cuyo asesinato en el golpe chileno nos indignó mucho ), Los Calchakis, en fin grandes artistas latinoamericanos comprometidos que nos influyeron y escuchábamos a todas horas, además que convivíamos con ellos, también en cine estaba Miguel Littin y Los Mascarones en teatro, era todo un movimiento cultural. Pepe Frank a mediados de 1974 me invita a participar en un grupo de música latinoamericana que estaban organizando y me presentó en un pequeño departamento de la Av. Nuevo León en la colonia Condesa (al cual regresé por casualidad 26 años después habitado por un ingeniero con el que tuve tratos de trabajo). Ahí solo conozco a Martha y a Pepe y me presentan a Verónica López Pastrana (qepd) pareja de Pepe, a Olga Alanís, Carmelita Martínez y Pilar Martínez ( hermanas y cuñadas de Olga ) siento un recibimiento cálido de gentes accesibles, sencillas y comprometidas con la frescura de nuestras juventudes y empezamos a ensayar naciendo así el grupo Citlalli, y yo a la semana ya pertenecía también a una nueva familia con cinco hermanas y un hermano multiplicado por las propias familias de cada uno a las cuales asistíamos muy seguido a nuestras casas todos. Empezamos a tomar muchas clases en la Peña de Los Folkloristas con Héctor Sánchez, Adrián Nieto, René Villanueva y Gerardo Tamez; nos ganamos un lugar en ese medio a través de nuestra intensa actividad, tocamos de manera solidaria en peñas, escuelas, centros culturales, programas de radio, conciertos en auditorios, eventos de solidaridad con Chile, con Bolivia, etc. al lado de compañeros igual de jóvenes como Eugenia León, Marcial Alejandro, Guadalupe Pineda. Es más, en un evento en la Casa de Chile de Av. Universidad compartimos el evento con el grupo chileno Los Ángeles Negros que nada tenía que ver con el movimiento, sino que solo porque eran chilenos, también estuvo ahí el grupo de Eugenia León y su hermana, el Grupo Víctor Jara; viajamos por muchos lugares del país con mucha regularidad y curiosamente Pilar llevaba un listado de nuestras presentaciones y en el primer año y medio superábamos ya las cien presentaciones. Teníamos como cantantes a Martha y Olga (quien se convirtió en un importante soporte de Los Folkloristas) eran las voces más virtuosas de todo el movimiento con las mejores cualidades naturales y con la mayor expresividad, un verdadero privilegio contar con ellas en nuestro grupo Citlalli. En mi caso después de cuatro años de intenso trabajo musical con mis compañeros del Citlalli tuve que abandonarlo debido a la exigencia de tiempo que me demandaba el estudio de mi carrera de arquitecto, fue una decisión difícil de tomar pero lo atenuaba el saber que seguiría perteneciendo para siempre a esa hermosa familia como lo ha sido, y el aspecto de vivencias y formativo en muchos aspectos que tuve a mi paso por el grupo, elementos formativos que a la fecha me siguen sirviendo, me gustaría volver a vivirlo exactamente igual…”
Antonio "Toño" Espinosa


'... apenas había entrado en adolescencia, cuando Pepe Frank me invitó a ser parte del grupo Citlalli. Solíamos tocar en conciertos de solidaridad con los exiliados chilenos, recién llegados, en la Casa del Agrarista, para los campesinos, en la Peña Tecuicanime y otras peñas y viajamos a diferentes lugares del país. Fue la base en mi trayectoria musical..."
Martha Moreleón

“…mi primer grupo que se llamo Citlalli era un grupo de música folklórica que tocaba huaynos, que tocaba joropos (Verónica mi esposa de esa época es venezolana) teníamos además una influencia directa de la música de Venezuela pero tocábamos música de todo el continente y curiosamente no tocábamos sones huastecos porque no teníamos violín y no lo sabíamos hacer pero tocábamos un son jarocho que se llamaba “El Son de la Vieja” y tocábamos corridos de la revolución mexicana buscando tener también, no se, material de nuestro del país. Creo que fuimos de los primeros grupos que nos dimos cuenta de eso, tratábamos de componer y tenemos por ahí dos o tres aportaciones. Ese grupo se deshace, mucha gente dejo la música, otros de aquel entonces siguieron, ahí esta Olga Alanis la primera voz de Los Folkloristas que se formó con nuestro grupo, ella fue mi compañera de canto muchos años y otras gentes que pasaron por ahí, pero junto con esto yo me quedo con la cosquillita, conozco a varias gentes que venían de un grupo bien importante de los primeros grupos que realmente hicieron música folklórica y nuevo canto mexicano que se llamaba Cade-Xaguetti, que también se había disuelto, entonces con Manuel García que era uno de los sobrevivientes de ese entonces formamos lo que fue el Papalote…”
Pepe Frank

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