Cantor Épico
Alberto Híjar Serrano
Jorge Gasca Salas presentó al
terminar una exposición de León Chávez Teixeiro en Coyoacán, un proyecto de
libro que parecía imposible. Incluiría la biografía del cantor, pintor y
militante político, muestras de sus pinturas, dibujos y carteles, un cancionero
y fotos de él y sus colegas para ilustrar los testimonios de compañeras y
compañeros a la par de los registros de influencias de América y de procesos
revolucionarios, desde la Comuna de Paris de 1871 hasta la Revolución Cubana y
las frustradas revoluciones en América. “Eco colectivo” llama el filósofo Gasca
a lo que en realidad es su arduo trabajo testimonial y documental. Desde
aquella exposición “Microfísica del poder” de 2014, año en que León recibió el
Premio Nacional Carlos Montemayor para luego tocar y cantar en la Unión Popular
de la colonia Martín Carrera en el Día Internacional de la Mujer de 2015, Gasca
trabajó el libro y su costosa edición hasta encontrar la solidaridad de la
editorial Itaca que hizo posible su presentación el 28 de febrero de 2018,
entre las 1400 actividades de la Feria del Libro en el Palacio de Minería,
nombrado así por los nostálgicos del coloniaje. En la fila para entrar al
pequeño salón que se llenó, Rafael Catana el legendario cantor y poeta del
Movimiento Rupestre y al empezar el acto, Roberto González ocupó lugar en la
primera fila. Hubo que mencionarlos y citar la emblemática canción “El Huerto”
de Roberto, también figura principal de Los Rupestres, organizadores del nuevo
canto en México distinto y opuesto a la industria del espectáculo. La frase
citada en mi comentario del libro es: “y con qué fin toda esta dialéctica en la
historia”.
El problema de la cultura de
crítica extrema a los socialismos reales, la vida cotidiana, los procesos de
significación y reproducción con la emergencia de nuevos héroes como el Che,
Mao, Lucio Cabañas y Ho Chin Minh, da lugar a un movimiento que parece
centrarse en el 68,pero que tiene que ver con la debacle de los partidos
comunistas, la emergencia de organizaciones político-militares, la solidaridad
internacionalista contra las dictaduras en América y por los movimientos
anticoloniales en África, Vietnam y Kampuchea, todo lo cual concretó
transformaciones sustanciales de la vida urbana y de los proyectos
democratizadores. La figura histórica León Chávez Teixeiro sintetiza toda esta
dialéctica con su vida en la Comuna de la Santa María, el trabajo del Partido
Mexicano del Proletariado en la Martín Carrera y otros lugares y en la
derivación del Grupo Bertolt Brecht al encuentro de una épica de los
trabajadores más explotados y de las ignoradas mujeres combativas pese a sus
obligaciones domésticas. Es bueno tener presente en el Día Internacional de la
Mujer, la emblemática canción de León que repite “se va la vida, se va al agujero,
como la mugre en el lavadero”. Metáforas y alegorías del barrio, sus azoteas,
sus barrios, lo mismo están en “El Gato” de las primeras, que en la poética
concretada en imágenes como “la ropa en el tendedero se agita más de la
cuenta”. Y las terribles presencias desapercibidas como la de “Andrea Fernández
hija de un infeliz, su abrigo verde raído con su hija y su veliz”.
Proletariado sin conciencia ni
vanguardia política, procesos de vida sin trabajo fijo ni más proyecto que
mitigar el hambre y el frío dan lugar a historias de amor como la del distraído
obrero que pierde cuatro dedos cortados por la lámina de 15 metros, 6 pulgadas,
4/8, 16: “las heridas me dolieron casi tanto como tú”, “el patrón está molesto
pues la banda se paró”. Ciudad gris, llena de humos y suelos sucios, cuartos
como la familia de Ponciano Flores “cinco hijos, su mujer y la miseria”, la
esperanza en quienes no se dejan derrotar por los crímenes de Estado y los
patrones que son lo mismo, construyen una épica necesaria. Asombra la permanencia
de León en los actos de lucha popular donde sus canciones son coreadas y
pedidas a gritos como una especie de reconocimiento a una vida íntegra que no
se ha dejado seducir por los mercachifles ni necesita de presentaciones
panfletarias. De aquí un nudo de relaciones sociales entrañables, amorosas y
una “microfísica del poder” concretada en un modo de ser y parecer sin
concesiones burguesas. El reconocimiento a músicos y poetas entre los que
destaca Álvaro Guzmán, está en todo el libro.
El libro de 442 páginas incluye
cronologías, bibliografía, historia de vida, de exposiciones y grabaciones y un
cancionero con los acordes de las canciones organizados por Jorge Gasca, Luis
Ángel Orduña, Arturo Orduña y Arturo Palacios, todos partes de la legión constructora
del nuevo mundo necesario. Tal es el libro que da cuenta de la figura histórica
de León y de las tiernas y furiosas peripecias por las que transcurre.
8 de marzo de 2018
Muy bueno amigo ... gran crónica !
ResponderEliminarHola, felicidades por el blog, ¡qué buena documentación! estoy investigando sobre la canción de protesta, tanto para mi maestría en la UNAM como para una exposición en la Casa del Lago de la UNAM, me gustaría mucho poder charlar contigo. ¿Hay algún número o correo donde pueda localizarte? Gracias.
ResponderEliminarJuan Salazar