sábado, 30 de agosto de 2025

NOSTALGIA y REBELDIA

50 años del Yolocamba I Ta



A finales del mes de julio de 1975 una manifestación pacífica por las calles de San Salvador fue brutalmente reprimida, lo que provocó que un grupo de jóvenes tomarán la Catedral, siendo el Arzobispo en ese tiempo Monseñor Romero. A partir de este hecho Franklin Quezada, Roberto Quezada, Paulino Espinoza y Manuel Gómez crearon el grupo Yolocamba i ta. los cuales iniciaron un trabajo cultural paralelo siempre al movimiento popular de su país, hasta que a raíz del asesinato de Monseñor Romero el 24 de marzo de 1980 tres de ellos tuvieron que salir en una “gira” al exterior que duro más de diez años, mientras que al interior se profundizo la guerra contra el gobierno por parte de las distintas organizaciones revolucionarias que el 10 de octubre de 1980 se unificaron bajo las siglas del FMLN (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional).

Teniendo como base la Ciudad de México, realizaron durante esos años una gran cantidad de conciertos tanto en las principales ciudades de Europa así como de América, con una actividad artística por medio del canto revolucionario, para denunciar e informar sobre la situación que en esos momentos se vivía en su país. El mundo entero tenía hasta ese entonces un conocimiento de El Salvador al igual de su tamaño territorial, los medios corporativos controlando como siempre, daban las noticias como si se tratase de un pleito casero, silenciando siempre las atrocidades de los militares y su apoyo imperial. Y no solo había que denunciar y promover la solidaridad, sino que además había que generar los recursos económicos para solventar en parte el sustento para la rebelión.

Hay tantas cosas que escribir sobre los Yolos como se les llama cariñosamente, pero queremos que sean ellos mismos los que escriban sus memorias artísticas, rompiendo el silencio, evitando el olvido y el desprecio como se les tiene en buena medida en su misma tierra, como “casualmente” sucedió años atrás al ignorarlos y hacerlos a un lado junto a la Banda Tepeuani y el Cutumay Camones de la grabación “oficial” del disco conmemorativo del XXX Aniversario del asesinato de Monseñor Romero de parte del gobierno del FMLN (quien ganó la elección presidencial el 15 de marzo del 2009), a pesar de que ellos han sido los que más le han cantado al Profeta, desde la Misa Popular Salvadoreña (grabada en 1980) hasta el disco Romero (grabado en el año 2000). En el año 2016 solo los 4 miembros fundadores recibieron en El Salvador el Premio Nacional de Cultura.



Compañeros del Yolocamba i ta, desde aquel día en que llegaron a México como desde antes ya habían llegado compañeros de otros lugares con diferentes motivos que se resumen con la palabra guerra. Donde conocieron nuevas calles y plazas y también observaron como en las principales avenidas había muy a menudo grandes manifestaciones populares exigiendo los mismos derechos que en su tierra y que se resumen con la palabra justicia. Transitaron gran parte del territorio mexicano contemplando campos y ciudades con diferentes fachadas que se resumen con la palabra olvido. Compartieron el pan y las tortillas, y a la vez comprobaron miles de veces lo mismo que sucede en millones de partes y que se resumen con la palabra hambre. Escucharon otras lenguas tan distintas y tan iguales a las de su tierra, murmullos convertidos en gritos que dejaban de tener eco, silenciados con las únicas respuestas que se resumen con la palabra represión. Pero a la vez también se encontraron con manos trabajadoras tristes, cansadas y que a pesar de ser explotadas y coartadas en sus derechos acudían alegres y con ánimo a sus conciertos para escuchar su música, llena de esperanza para la nueva vida, sus canciones rebeldes denunciando las atrocidades contra muchos de parte de unos cuantos y como reconocimiento a su labor de verdaderos artistas populares recibiendo aplausos y aclamaciones que se transformaron en consignas y apoyos que se resumen con la palabra solidaridad.

Otro día nos llegaron noticias de que se firmaron los acuerdos y dizque ya todo estaba arreglando, y después de una década retornaron a El Salvador, el mundo entero poco a poco se fue olvidando de lo que pasó y de lo que actualmente sigue ocurriendo en su país, pero ustedes continuaron con su trabajo como también aún continúan en muchas partes la guerra, la injusticia, el olvido, el hambre y la represión. Hoy ustedes están cumpliendo 50 años que nosotros lo celebramos calurosamente con gran entusiasmo y solidaridad en esta que también es su casa, donde además con gentes de todos los lugares, en calles y plazas, en campos y ciudades se escuchan cada vez más voces y cantos que se resumen con la palabras alto a la guerra, queremos la paz, que viva la libertad.

 

Muchas felicidades hermanos del Yolocamba I Ta por habernos legado sus cantos, que son un valioso testimonio y a la vez forman parte de una memoria histórica. Reciban del pueblo mexicano un agradecimiento con sabor a nostalgia y rebeldía.


*Cronista e historiador musical

PUBLICADO ORIGINALMENTE EN LA JORNADA

Sábado 23 de agosto de 2025




 

lunes, 4 de agosto de 2025

En Tepito, no todo es nota roja


Al contrario de las peñas folklóricas de esos años, la peculiaridad que tenía la Peña Morelos, 
que así fue nombrada en su nueva locación en el año de 1976, era que la mayoría de sus eventos 
se realizaban en la calle de manera gratuita. Foto cortesía Archivo Peña Morelos

 En Tepito, no todo es nota roja

Fernando Morán* 

A principios de los años 70, el joven Mauricio Castro, originario de Xalapa, Veracruz, llegó a radicar a la Ciudad de México y comenzó a trabajar en la Secretaría de Comunicaciones; se instaló primero en Tlatelolco y, por medio de un hermano que tenía un local de zapatos por las calles de Florida y Costa Rica, se mudó a la colonia Morelos. 

Un día caminando por la calle de Florida escuchó en una vecindad a un grupo que interpretaba música latinoamericana, se acercó a ellos con el fin de participar, el organizador de este evento le dijo que esta actividad no la organizaban regularmente y lo remitió a la Parroquia de la Divina Institución, ubicada en la calle de Vidal Alcocer casi esquina con Jardineros; en este lugar recién había sido removido el padre progresista Federico Loos, quien había dejado un trabajo con la comunidad creando una biblioteca, una telesecundaria, una preparatoria popular y proyectos autogestionarios de zapateros. 

Entre las primeras actividades que promovió Mauricio Castro fue el invitar a Elena Poniatowska, pero con el transcurso de las semanas, se dio cuenta de que los jóvenes tenían otro tipo de intereses. Su camino e inquietudes lo llevaron a relacionarse con el grupo Emaús, que era parte del coro de jóvenes de la iglesia de la parroquia de San Francisco, ubicada en Toltecas esquina con Fray Bartolomé de las Casas, en el mero corazón de Tepito, al lado de la cancha de futbol Maracaná. 

En ese lugar fue donde conoció a Diego Cornejo, que era parte de ese grupo, y de inmediato coincidieron en intereses, realizando diferentes eventos en la vecindad ubicada en Fray Bartolomé de las Casas 13; este fue el inicio de la Peña Tepito en 1974, teniendo que abandonar el sitio porque Mario Olivares no estaba muy de acuerdo con las actividades, no sin antes haber participado en Chin Chin el Teporocho, que utilizó el lugar como una de las locaciones para filmar esta película. 

Entonces estuvieron deambulando por distintos sitios como la Universidad Obrera y el mercado Abelardo Rodríguez, obteniendo los mismos resultados de ser incómodos por sus programaciones; el único factor a su favor fue que en los diversos recorridos se les fueron sumando jóvenes como Cuauhtémoc García y Enrique Karuki Hernández, hasta que finalmente llegaron a la 4ª calle de Labradores esquina con Sastrería, en donde con el tiempo se unieron más integrantes como Felipe Hernández, Guadalupe Hernández, Blanca Montaño, Eduardo Macedo, Laura Leal, Sergio Ordoñez, Agustín Villa, Ezequiel Aguillón, Ignacio Morán, Marco Antonio Serna y Sergio Urquieta, entre otros, quienes en las funciones sabatinas nocturnas preparaban el escenario. 

Al contrario de las peñas folklóricas de esos años, la peculiaridad que tenía la Peña Morelos, que así fue nombrada en su nueva locación en el año de 1976, era que la mayoría de sus eventos se realizaban en la calle de manera gratuita, donde los vecinos llevaban sus propias sillas y prácticamente se cerraba la calle al paso vehicular; gentes de las colonias Martín Carrera y Guerrero, que ya estaban organizadas en uniones de inquilinos, acudían al lugar y comenzaron a tener una relación de colaboración con la que se impartieron talleres de serigrafía, entre otras actividades; en un momento, esto llevó a una incipiente organización de los inquilinos de la colonia Morelos, pero el terremoto del 19 de septiembre de 1985, hace ya casi 40 años, vino a sacudir las actividades de la Peña Morelos, que ya en ese tiempo estaban en decadencia. 

De inmediato, dentro de los derrumbes por ser uno de los sitios más afectados, los vecinos encaminaban a los tráileres con la ayuda directamente a la Peña Morelos y comenzaron a organizarse y reconstruir sus viviendas formando una unión de vecinos que agregó el nombre de Peña Morelos en sus siglas; lamentablemente, con el tiempo, las organizaciones sociales que acudieron como zopilotes desestimaron el trabajo cultural. 

No obstante, la mayoría de quienes pasaron por las filas de este proyecto cultural continuaron con su desarrollo profesional: Mauricio Castro trabajó hasta su jubilación hace unos años en varias dependencias programando a artistas; Diego Cornejo se dedica a la fotografía y participa en el Foro Internacional de Narración Oral FINO; Marco Antonio Serna Toño Canica, además de ser compositor y cantante, participa con La Trouppe; Ignacio Morán está dedicado a la música académica; Laura Leal, con estudios de posgrado, participa en eventos de formación académica; Enrique Karuki Hernández realiza documentales, además de tener un estudio de grabación; Sergio Ordoñez es miembro del grupo Los Folkloristas. 

En fin, la lista continúa, no sin antes mencionar que varios de los participantes ya fallecieron, dejando una profunda huella en sus compañeros que el sábado 9 de agosto del presente, a las 4 de la tarde, estarán festejando los 50 años de la Peña Morelos en la galería José María Velasco, ubicada en Peralvillo #55, en la colonia Morelos. 

*Cronista e historiador musical

PUBLICADO ORIGINALMENTE EN LA JORNADA

Sábado 2 de agosto de 2025

UN CANTO DE LIBERTAD Y ESPERANZA

 ESTRENO  SABADO 22 DE NOVIEMBRE DE 2025